viernes, 18 de mayo de 2012

De lo público y lo privado

la frontera entre lo público y lo privado a veces es muy, muy , muy fina, y digo esto al hilo de la polémica surgida con el Presidente del Tribunal Supremo, el señor Carlos Dívar, acusado de un delito de malversación de fondos públicos, al cargar a las arcas del estado estancias en hoteles de lujo en Marbella para fines privados.

Digo esto porque este tipo de cargos se ocupan las 24 horas del día y los 7 días de la semana, es por ello que la frontera está muy difuminada, ahora bien, si aplicamos la lógica y la ética todos aquellos gastos privados no deberían cargarse al erario público, si bien parece que muchos cargos públicos carecen de lógica y de ética, por multitud de casos que estamos viendo.

Esto es, si el señor Dívar quiere irse de vacaciones a un hotel de lujo a Marbella, está en todo su derecho, lo lógico es que él se pague su estancia y el estado corra al cargo de los gastos de su escolta, esta práctica hasta ahora no era así, este tipo de cargos, no solo el señor Dívar, acostumbraban a cargar todos sus gastos a las arcas del estado, con independencia de que fueran viajes de carácter público o privado, esto es lo grave de la situación, que era una práctica generalizada, no solo realizada por el señor Dívar.

Recientemente, y como consecuencia de los recortes y la mala imagen que esto supondría, dentro del Poder Judicial se plantea la opción de que los gastos de carácter privado no se carguen a las arcas públicas, y tras un intenso debate gana la opción del SÍ, es decir a partir de ahora este tipo de gastos no se podrán cargar a las cuentas del estado, algo que debía ser lo lógico, lo más triste de todo esto es que hay miembros que no estaban de acuerdo y ellos eran partidarios de poder cargar todo tipo de gastos a las arcas del estado.

Con la que está cayendo, y entre tanto recorte en encuentro ninguna palabra políticamente correcta que pueda justificar esto. En mi pueblo esto se llama robar, ya que utilizas algo que no es tuyo en tu propio beneficio, y lo peor es que se lleva haciendo años y es una práctica habitual.

Otra cosa también triste es que esto salga a la luz por culpa de una rabieta o una venganza personal como parece que es el caso.

Como de todo hay que sacar cosas positivas, esperemos que esta crisis y este afán por recortar y la austeridad, nos lleve a poder controlar y fiscalizar este tipo de gastos, para cosas como esta es para la que es imprescindible una LEY DE TRANSPARENCIA.

Aunque parece que este país el tema de la transparencia, como que no, debe ser que algunos tienen mucho que ocultar



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