lunes, 18 de junio de 2012

Algo huele a podrido en España

Algo huele a podrido y no es en Dinamarca, sino en España, hay una cosa está clara, el coste electoral de la corrupción es mínimo, y para muestra basta un botón, ya que si no, no se entenderían casos como el de Ourense y la famosa democracia Baltariana, Mallorca o el más reciente caso de Valencia, son casos flagrantes como Camps o Fabra y su famoso aeropuerto sin aviones, y que elección tras elección no solo ganan, sino que afianzan sus mayorías.

Contra estas corruptelas, ya que la rendición de cuentas en España, no funciona, solo nos quedaba, digo bien quedaba, las denuncias del pueblo que sentaran a estos supuestos personajes en el banquillo de los acusados y los juzgaran por ello, y aquellos mandatarios públicos que sean pillados con las manos en la masa paguen por ello, y acaben en la cárcel como cualquier delincuente.

Pero Spain is different y si eres sindicalista te meten en la cárcel por participar en movilizaciones en el 29M, pero si fuiste presidente de una comunidad Autónoma y has sido condenado por fraude de unos millones de €, estás en la calle a espera de sentencia firme.

Pero claro hay cosas que encajan cuando sale a la luz todo el tema del caso Dívar, ya que si el jefe del CGPJ, órgano de dirección de los jueces forzado a dimitir por uso indebido de fondos públicos, es para bajarse del tren, ya que si hay un poder que debe ser ejemplar es el Poder Judicial, ya que al final son los garantes de la democracia, y si su máximo dirigente se las gasta así, y aún por encima no quiere dimitir, sino que tienen que forzarlo todavía peor, ya que él no entendía que actuara mal, ya que ve algo lógico por ejemplo, pasar los gastos de un fin de semana en el Balneario de La Toja cuando el lunes tenía un acto en Santiago.

El problema viene de atrás, y es que esta gente no necesitaba justificar gastos, sencillamente los pasaba, y es con la crisis cuando surge el debate dentro del CGPJ en relación a la distinción entre gastos públicos y gastos privados, algo a lo que el señor Dívar se negaba.

Así que esto es lo que hay, si el responsable del Poder Judicial, se las gasta, y nunca mejor dicho, de esta guisa, agárrense los cinturones, porque este país está en un estado de putrefacción que en cualquier momento se desintegra, ya que no hay nadie, que pueda dar ejemplo.

El único soplo de aire fresco es el movimiento del 15M y su iniciativa de #querellapaRato, ahora bien, viendo como funciona el Poder Judicial y dado el nivel de corrupción de este país, en el que se juzga antes al juez que destapa un caso de corrupción que a los detenidos por este caso, mucho me temo, que esta querella no irá a ningún sitio, y no porque no tengan razón, sino porque no le interesa al sistema que vaya hacia arriba.

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